Ni el Palau es la Atenas de la Antigüedad ni Jabari Parker escribe textos con el dramatismo de Sófocles, al menos que se sepa, pero el santuario azulgrana vivió este miércoles una auténtica tragedia griega en su estreno en los playoffs de la Euroliga. Se llevó el Olympiacos algo más que una victoria, dibujado un escenario terrible para el Barça. La serie vivirá mañana su segundo asalto en el Palau pero los de Grimau ya saben que están obligados a ganar en El Pireo al menos una vez en el mejor de los escenarios si quieren viajar a Berlín.

Seguir leyendo…