El sueño continúa. La fiesta no para. Desbloqueando a cada paso nuevos estadios, como el Nuevo Mirandilla. Reto a reto, el fútbol sonríe al Girona allá por donde va. En la bahía gaditana sumó tres nuevos puntos y su séptima victoria en nueve partidos. Ahí es nada. Pero el partido no fue un paseo militar, sino más bien un drama de entreguerras. Los de Míchel jugaron más de 90 minutos con uno más, por expulsión de Darwin Machís, y sin embargo no lograron ganar con autoridad. Decidió el duelo un gol de Aleix García en la segunda parte. Pero hasta el final discutieron los locales la victoria de la revelación del campeonato. Y así, sufriendo, también sabe muy bien ganar.

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