A sus 32 años Mireia Belmonte no tiene que demostrar nada a nadie. Con cuatro medallas olímpicas en su vitrina y cuatro participaciones en los Juegos la nadadora badalonesa ya hace tiempo que entró en los libros de historia del deporte español. Pero se ha marcado un último desafío. Estar presente en los Juegos de París del próximo verano. Ya en Tokio, mermada por las lesiones y el paso del tiempo, no fue la misma, pero no se rinde todavía. Este jueves así lo dejó bien de manifiesto en su puesta de largo como nueva nadadora del Club Natació Barcelona. Tras una larga etapa vinculada al UCAM de Murcia no llegó a un acuerdo para renovar su vinculación con la entidad murciana y defenderá los colores de un histórico como el Natació Barcelona, que la presentó en las instalaciones del club, en el frente marítimo de la capital catalana.