Si algo está claro en el imaginario del Atlético de Madrid es que Diego Pablo Simeone es poco menos que un Dios futbolístico para el club y su parroquia. Casi está fusionado con la bandera y con el escudo. Pues bien, el Cholo recibió silbidos de una parte de su afición en más de una ocasión por sustituir o por no darle suficiente cancha a João Félix. Este domingo, el barcelonista cedido por el Atlético se enfrenta por primera vez al club que todavía es propietario de su ficha. Distintas voces en el mundo rojiblanco han intervenido para intentar exponer las razones del profundo desencuentro entre el portugués y Simeone, que tuvo como consecuencia una cesión al Chelsea en enero y otra en verano al Barcelona. Ninguna de las dos partes ha firmado el son de paz y siguen mandándose mensajes. Más dura será la segunda vuelta en el Metropolitano, que despidió al mediapunta entre graves insultos que mentaban a su madre. Fue tras decir el futbolista que quería marcharse al Barça.

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