El sueño del Girona de alcanzar por primera vez en su historia las semifinales de la Copa del Rey no pasó esta noche el filtro de Son Moix, superado el equipo de Michel por la intensidad de un Mallorca que jugó como si le fuera la vida desde el primer minuto. La primera parte condenó al Girona, que se fue al descanso 3-0 en contra. Su crecida en el segundo tiempo le dejó a un gol del empate.

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