La justicia ha confirmado siete años después que el trasplante de hígado de Eric Abidal practicado en el Hospital Clínic fue del todo legal. En un auto al que ha tenido acceso La Vanguardia, la juez decide archivar la causa después de acreditar que el donante del órgano era efectivamente el primo del exfutbolista y que este no recibió dinero alguno a cambio de someterse a la intervención. El caso se inició a raíz de una conversación captada por la Guardia Civil mientras Sandro Rosell tenía pinchado el teléfono en el que junto al fallecido Juanjo Castillo comentaban que le habían comprado un hígado a Abidal. “Vamos a ver una cosa, Sandro, es que va contra nosotros, a este tío le compramos un hígado ilegal y vendimos que era del primo, que era del primo”, decía el diálogo captado. Y añadía después: “Es que nosotros le salvamos la vida”. Ahora, siete años después, la juez concluye que tras todas las pruebas practicadas “no se ha acreditado indicio o dato objetivo alguno que pueda acreditar la veracidad de las manifestaciones allí realizadas”.