Ya sin ataduras, Xavi Hernández fue rotundo. Se va por los resultados. Por nada más. Así quiso aclararlo hasta la saciedad. “Me marcho porque no estamos cumpliendo con las expectativas, no por las críticas de la prensa o por la salud mental. Para nada. Si me afectaran las críticas ya no habría venido ni habría jugado 767 partidos con este club”, señaló el técnico barcelonista, que se mantuvo firme en su opinión de que su dimisión en diferido es lo que mejor le va a ir al equipo. “Sigo pensando que es lo mejor para los futbolistas y para el club”.