Frenkie de Jong, de 26 años, está en una nueva encrucijada. Centrocampista de poca notoriedad estadística (goles y asistencias) pero titular indiscutible, al neerlandés se le vuelve a colocar en el mercado como ya sucedió hace dos veranos sin su consentimiento. El club necesita ingresos y, sin ideas imaginativas, recurre a la venta de sus futbolistas con mejor cartel.