Vingegaard era el único de los grandes nombres de la Itzulia que no se había caído en la carrera vasca. Le había respetado la suerte en las tres primeras etapas, muy accidentadas. Todo se fue el traste en la cuarta, en el descenso del puerto de Olaeta, cuando en una curva a la derecha se produjo una caída múltiple a mucha velocidad en la que se vio afectado el doble ganador del Tour y también Roglic y Evenepoel.

Seguir leyendo…