Pues habrá que ir buscando al cerebro de Ferrari que decidió prescindir de los servicios de Carlos Sainz y dar el volante del coche rojo del 2025 a Lewis Hamilton… Las comparaciones, además de odiosas, deberían causar bochorno en las oficinas de las cabezas pensantes de Maranello: el flamante fichaje inglés fue 9.º en el GP de Japón en Suzuka, el preferido monegasco acabó 4.º, y el madrileño repudiado, tercer podio en tres carreras, con la victoria de Australia de hace quince días y dos terceros puestos, el de Bahréin y el de ayer en Suzuka, se confirma como el mejor piloto del resto del mundo que no es Red Bull. 

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