Dejarse la voz y el corazón. Cantar a capela el himno del Barça. Abuchear el himno de la UEFA por primera vez. Desvivirse cuando Alexia empezó a calentar. Y descubrir el terrible poso que deja la derrota, la primera del curso para ellas. A pesar de todo, la conexión que la gente tiene con este equipo es tan especial que terminaron entonando el “sí se puede”. No les faltan argumentos si hablamos de ellas, que ganan Ligas y Copas a la velocidad de la luz aunque echan de menos más competencia en Europa. Quedó claro cuando Cuthbert marcó el 0-1. El gol que dejó KO a las culés en la ida de las semifinales de la Champions. Las de Emma Hayes, vestida con un imponente traje azul eléctrico, viven una situación muy distinta a la de las azulgrana en su Liga, enzarzadas en una intensa batalla futbolística con el Manchester City por el liderato. Quizás esa sea la diferencia. Fue entones cuando el Barça perdió su magnetismo con el balón. Y, en el banquillo, su técnico, Jonatan Giráldez no escondió su nerviosismo.

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