Queda un día de torneo, sí, el grande, el de la final, y este sábado, en el penúltimo, se brindó, mañana y noche, por el club y toda esta historia iniciada hace ya 125 años. Todo arrancó bien pronto, con los Aces Solidarios, siguió con el homenaje a Barnes (el mítico juez de árbitros, o Baaaaaarnes, como le conocían todos en el circuito, falleció el pasado mes de febrero a los 82 años) y finalizó con la cena de gala para socios (esta vez, claro, más de gala que nunca, porque 125 es una cifra muy redonda) de nuevo diseñada y servida por Aspic y con puesta en escena a cargo de los eficaces Carmen Palenzuela y Jordi Padró de Tot Hosteleria. En un hospitality lleno como siempre, o más bien, como nunca, Javier Godó y Marisa Falcó, condes de Godó, recibieron en su mesa presidencial más que vip a Elena Barraquer, Llucià Homs, Carlos Martorell, Francisco Gaudier y Mercedes Arnús en un almuerzo rápido, pero suficiente para ponerse al día y poder confirmar, ya luego en el palco también súpervip que, como todos intuían, Barcelona va a repetir la última final de Montecarlo. Carlos y Ana Godó, Carlos Torres, la resolutiva Maite Barrera y Maurici Lucena tampoco quisieron perderse ni un solo golpe de esta segunda semifinal que, lo comprobó también en directo Joel González, no resultó nada fácil para Tsitsipás.