En el episodio 330 del podcast La Sotana, emitido un día antes del partido con el PSG, se pronunció una frase que merece grabarse en mármol. Definía exactamente la relación de la hinchada del Barça con su equipo en ese momento de la temporada. No se trataba de satisfacción, optimismo y nuevas expectativas, sino de algo más profundo, de la liberación de la angustia, de colocar el fútbol en el plano que le corresponde y devolver a los hinchas a un estado saludable. En definitiva, de poner las cosas en su sitio. “El Barça ha dejado de ser nuestro problema para ser la distracción de nuestros problemas”, dijo Magí García Vidal, uno de los cuatro integrantes de una tertulia que resuelve cada semana una ecuación casi imposible: mezclar en las proporciones justas la irreverencia más salvaje con el seny más auténtico.