Si existieran facultades del Fútbol, el alumnado debería estudiar “gestión de crisis” o cómo revertir las tendencias adversas de los partidos. Y si algún zoquete tuviese problemas de compresión, el asunto quedaría solucionado enchufando el vídeo del Bayern de Munich-Real Madrid de anoche. Cuando más apurados y superados parecían, los dos equipos dieron la vuelta al marcador como si el fútbol fuese un juego de magia. La lección fue magistral porque solo está al alcance de equipos muy maduros, incapaces de perder los papeles.