Entró con media hora por delante, cuando el peligro más rondaba el área de Ter Stegen, providencial para que las contras del Rayo no se convirtieran en el gol del empate que le asegurara una temporada más en Primera División. Fermín fue el sustituido después de que acabase de poner a prueba los reflejos del portero Dimitrievski desviando a córner un zambombazo desde la frontal que merecía convertirse en el tercer gol de la semana del centrocampista andaluz. En un abrir y cerrar de ojos, en tan solo tres minutos, del 72 al 75, se encargó de sentenciar la victoria que se necesitaba para asegurar la segunda plaza que garantiza jugar la próxima Supercopa de España y embolsarse los seis millones de euros que garantizan jugar en Arabia Saudí. El retorno de Pedri, por la puerta grande, no pudo llegar de la mejor manera, haciendo aquello que tanto le reclama Xavi, siendo más eficaz de cara a portería.