Xavi Hernández se sabía bajo el foco, el centro de todas las miradas. Podía ser su último partido en el banquillo del Barça en el Olímpic de Montjuïc. Pero al término del encuentro resuelto con victoria convincente (3-0), el técnico de Terrassa sabía lo mismo que antes del arranque del duelo: nadie de la directiva le había informado sobre su continuidad. Antes de comparecer ante los medios de comunicación, Xavi todavía no se había reunido con el presidente Joan Laporta en las entrañas del Estadi Olímpic. El encuentro arrancó poco antes de las 10 de la noche.