Sin novedad en Wembley. Como se pronosticaba, el Real Madrid derrotó al Borussia Dortmund en la final de la Copa de Europa y añadió una muesca más a su impresionante cinturón de éxitos. Ya son 15 y nada indica que la colección no aumente. Es la fiebre que le alimenta desde 1955, año de inauguración de un torneo que invitaba a más dudas que certezas. “Quién iba a pensar que aquella copita se convertiría en esto”, comentó mucho tiempo después Alfredo Di Stéfano, gran factótum del equipo que ganó las cinco primeras ediciones. Aquella competición, despreciada por los ingleses en primera instancia, ha transformado al fútbol en lo que es, una formidable industria impregnada hasta los huesos de intereses económicos, políticos, sociales y tecnológicos. El Madrid lo entendió antes que nadie y agarró desde el primer momento un relato que no le abandona.

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