Después de la victoria contra Croacia, el seleccionador español Luis de la Fuente elogió a sus jugadores y afirmó que “la calma es poder”. Es una frase que interpela a lo que llamamos entorno y que en el caso de la selección tiene tentáculos solo comparables a los del entorno culé. Todavía hoy arrastramos el ruido provocado por figuras como Javier Clemente o Luis Enrique. Ninguno de los dos rehuyó el cuerpo en cuerpo con una profesión periodística esclavizada por un sistema de comunicación en el que la inmediatez ha vampirizado la actualidad (que, previamente, había vampirizado la información a través del entretenimiento).

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