Qué efímera es la felicidad. Se suele decir que cuanto más arriba se encuentra uno, más dura es la caída. Así ha sido para una Croacia mal acostumbrada al hecho de formar parte de un grupo privilegiado de selecciones durante varios años consecutivos. La mejor generación del fútbol croata puso un broche final muy cruel para la bonita historia que han construido en los últimos torneos internacionales. 

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