La Copa del América, la competición de vela más prestigiosa del mundo, no solo es una batalla de fuerza física y destreza náutica, sino también una fascinante danza entre la aerodinámica y la hidrodinámica. Los equipos participantes en esta regata invierten años y millones de euros en el desarrollo de embarcaciones que desafían las leyes de la física para alcanzar velocidades vertiginosas y dominar las olas.