Argentina, con sufrimiento y en una tanda de penaltis en la que Emiliano Martínez volvió a ser decisivo (4-2), se clasificó a la semifinal de la Copa América a costa de una gran selección ecuatoriana que puso contra las cuerdas a la campeona, tras empatar a un gol, pero no tuvo fortuna. En un partido loco, en el que incluso Leo Messi envió su penalti al larguero en la tanda, Argentina tuvo la suerte del campeón pero también la mentalidad suficiente para imponerse después de verse abocada a la definición por penales cuando ya festejaba, tras encajar un gol de Kevin Rodríguez, de cabeza en el 91.