Hay algo (o todo) de religioso en la imagen tomada por el fotógrafo Joan Monfort, un tipo tan encantador como despistado, muy querido por quienes nos consideramos sus amigos, que lleva años desempeñando su oficio sin saber que uno de sus millones de clics se convertiría 16 años después en aspirante a estampa icónica en la historia del fútbol. Fue el padre de Lamine Yamal quien anunció la bienaventuranza. Utilizó sus redes sociales para descubrir una fotografía guardada en el cajón que mirada un buen rato adquiere forma y poderes de estampita para llevar en la cartera o en el salpicadero del coche. “Papá, no corras”. A quien le suene a vieja la referencia, que se la pegue en el Tesla.