España confirmó, con una dura derrota ante Angola (26-21), que el traspiés inicial ante Brasil, en el debut en los Juegos, no fue casualidad. Las guerreras sucumbieron en el París Arena sin remedio ante las campeonas africanas con un partido muy flojo en defensa y muy espeso en ataque, especialmente en una segunda parte en la que únicamente anotaron seis goles. El camino a cuartos de las españolas ya solo pasa por la épica, obligadas a vencer en su grupo a selecciones temibles como Países Bajos, Francia y Hungría.