Si el viernes todas las miradas en París se dirigían al cielo por la lluvia que amenazaba con deslucir y perturbar la ceremonia inaugural ahora buena parte de las preocupaciones para los organizadores se centran en las aguas del Sena. Allá, este martes (8.00 h), tiene que desarrollarse la prueba de triatlón masculina, primera prueba olímpica en el Río desde los Juegos de 1900. Pues bien, este lunes, como también ocurrió el domingo no hubo más remedio que suspender la sesión de entrenamiento. ¿La razón? La calidad insuficiente de las aguas del río, con un nivel de polución demasiado elevado. Es decir, que los triatletas, en caso de que la prueba se pueda desarrollar según lo previsto, se lanzarán al agua para el primer segmento de la prueba sin haber podido testar las características del río. Irán a ciegas. “Hemos tenido que suspender de nuevo el entrenamiento pero confiamos en que las condiciones mejoren en las próximas horas teniendo en cuenta las previsiones meteorológicas”, explicó World Triatlón, la federación mundial de este deporte, a través de un comunicado.

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