Cuando la jornada de natación agonizaba en el colosal pabellón de La Défense de París y los gritos provocados por Léon Marchand y sus dos nuevas medallas de oro todavía resonaban, apareció el chino Pan Zhanle para batir el récord del mundo de los 100 metros libre con una increíble marca de 46s40 inalcanzable para el resto de los competidores. El momento, histórico, fue recibido con frialdad por la grada en relación a lo sucedido. Un récord del mundo en la natación actual es muy raro de ver, y más en una distancia corta. De hecho, los nadadores se quejaban estos días de que la piscina olímpica era especialmente lenta por su poca profundidad. No para Pan Zhanle, velocista de 19 años.