Son un oasis dentro del club, sumido en tiempos difíciles. Cuando el Barça femenino aparece en escena se alejan los nubarrones y se multiplican las sonrisas. Las críticas a los gestores blaugrana se convierten en halagos infinitos hacia ellas, como se demostró una vez más en el Trofeo Joan Gamper. “Desde que llegué quedé alucinado con la conexión entre las jugadoras y la afición”, explicó sobre el césped el nuevo entrenador, Pere Romeu, en la previa del partido contra el Milan, saldado con triunfo gracias a un primer tanto de la recién llegada Ewa Pajor, MVP del duelo, y un golazo de Alexia Putellas en el minuto 90.

Seguir leyendo…