Ni la lluvia ni el maltrecho césped ni jugar más de una hora con diez futbolistas son suficientes argumentos para mandar al campeón de Europa a la lona. En una lección de madurez y grandeza, sumó España su primer triunfo en la Nations League arrollando a Suiza en Lancy , una goleada trabajada y sufrida a partes iguales, pero también merecida por un equipo que sigue mostrándose camaleónico e insaciable.