Después de tres goleadas seguidas en la Liga, el Barcelona de Hansi Flick fue víctima de la imagen que había dado y de dónde había puesto él mismo el listón. Contra el Getafe, rival rocoso donde los haya, los blaugrana ganaron por la mínima y siguen con el pleno de triunfos en la Liga. Pese al desgaste y la acumulación de esfuerzos, el líder puso a buen recaudo el liderato y sus cuatro puntos de ventaja. Con eso se quedaron en el vestuario. “A veces pasa, no siempre se puede ganar los partidos con muchos goles. Lo importante es que nos llevamos los tres puntos porque el Getafe es un equipo difícil de manejar”, explicó Jules Koundé.