El Barça se sacudió las necesidades en la Champions a cañonazos, con cada uno de los cinco goles que le hizo al Young Boys. El líder de la Liga española goleó sin piedad al penúltimo del campeonato suizo. Lo que no pudo hacer en Mónaco, seguramente por jugar 80 minutos con uno menos, se lo cobró en Montjuïc con creces. La afición sabe que con los chicos de Flick va a divertirse porque siempre quieren más, un espíritu que es una bendición para la autoestima.

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