O cambia radicalmente la cosa o la temporada en la Euroliga se le puede hacer muy larga al nuevo Barça de Peñarroya. No es que caer en el Zalgirio Arena de Kaunas sea una debacle sin precedentes, pero hacerlo en la primera jornada, en lo que debe ser tu carta de presentación a Europa, y hacerlo presentando tan pocos argumentos para rebatir a un rival netamente inferior como el Zalgiris es, sin duda, preocupante. Eso sí, el margen de mejora es enorme y hay mucho tiempo para reaccionar. Pero los azulgrana se deben poner manos a la obra sin demora porque si Kaunas fue un pequeño infierno, cuando lleguen los viajes a Belgrado, Atenas o Estambul, la cosa puede arder de verdad.

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