Pocos jugadores han sido capaces de expresar con tanta fidelidad dentro y fuera del terreno de juego lo que significa el sentimiento españolista como lo hizo Sergi Darder. Tanto fue así, que el futbolista de Artà, que hoy volverá a pisar el RCDE Stadium con la camiseta del Mallorca, fue durante seis años el alma mater del equipo, el jugador que elevó la ambición del club en muchos momentos, que lo sostuvo en lo deportivo en otros y que cayó enfermo de depresión cuando descendió. Nadie sintió más que Darder los éxitos y las desgracias de la entidad durante ese largo tiempo. Pero esa enorme identificación le hacía sufrir de manera constante. Por ello decidió salir del club, dejando en las arcas una suculenta cantidad de dinero (8 millones), hacia su otra casa, Mallorca, con la esperanza de que ese cambio se entendiese en Cornellà.