El informe de auditoría de las cuentas del Barça de la pasada temporada facilitada a partir de este lunes a los compromisarios asegura que el club debería haber declarado pérdidas muy superiores a los 92 millones reconocidos. La firma Grant Thornton explicita que el club mantiene en su patrimonio una valoración de 208 millones de euros correspondientes al 51% de Bridgeburg (Barça Vision o Barça Sports), cuando a la vista del “incumplimiento de los socios del calendario de pagos acordados en anteriores compraventas” y “la falta de cumplimiento de los planes de negocio”, “el valor de la inversión registrada al cierre debería de ser objeto de deterioro“. Es decir, la junta habría tenido que reconocer que esos 208 millones valen mucho menos, o nada. El auditor no ha querido cuantificar la dimensión de ese reconocimiento de pérdidas, pero las considera de suficiente volumen e importancia para emitir una ”opinión con excepciones” sobre las cuentas, algo que no sucedió el año pasado pese a que ya se mostró muy escéptico respecto a esa operación. Es decir ha empeorado su visión sobre la realidad económica del club que preside Joan Laporta. Al final, lo que emerge es la posibilidad de que el club tenga que considerar como pérdidas el total de los 408 millones que se había apuntado como beneficios.