El partido entre la Montañesa y L’Hospitalet, en la Tercera RFEF, terminó de la peor manera. Justo después del pitido final, cuando los árbitros se retiraban hacia el túnel de vestuarios, uno de los linieres, De la Iglesia Muñoz, fue agredido con una lata de cerveza lanzada desde las gradas. Aunque intentó cubrirse con las manos, la lata lo golpeó en la frente, provocándole una herida sangrante.