El mediocentro dio un recital, esta vez, jugando más alto. El repliegue del Atlético restó importancia a su participación en la base y reclamó de su presencia entre líneas. Y Pedri no sólo lo leyó rápido, sino que lo ejecutó magníficamente. De las 40 intervenciones que registró en la primera parte, 29 fueron en la zona caliente. Especialmente, con el pase directo de Iñigo hacia Pedri. Y el Barça clarificó sus ataques a partir de conectar con el canario. Las dos primeras ocasiones nacieron de recepciones altas suyas seguidas de pase y, el 1-0 fue una maravilla de talento individual tirando de calidad, control y verticalidad con el balón pegado al pie.

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