Jornada de intensas emociones la que vivió este miércoles el barcelonismo, que en plena época de vacas flacas recibió un doble premio casi de golpe. El CSD devolvía la licencia a Dani Olmo y Pau Víctor y, minutos después, el Barça de Flick se inscribía en su primera final, la de la Supercopa de España, tras batir con justicia y momentos de brillantez al Ahtletic.