Ansu Fati se subió ayer al avión que llevó al FC Barcelona hasta Lisboa. Muy serio, pisó el césped del estadio da Luz, donde su equipo jugará hoy un partido de Champions en el que difícilmente participará. Su presencia en Lisboa no estaba nada clara. El canterano, que heredó el 10 de Messi, no marca desde octubre del 2023 con el Brighton, adonde se marchó cedido sin convencer. Este año Flick le ha dejado fuera de la lista en cuatro partidos consecutivos. Estuvo en la grada en la final y la semifinal de la Supercopa de Arabia Saudí, presenció la goleada del Barça ante el Betis en la Copa del Rey sentado al lado del lesionado Ter Stegen y se quedó en Barcelona cuando el equipo viajó a Getafe. Fue el domingo cuando Hansi Flick, tras conocer la lesión de Dani Olmo, decidió reunirse con Ansu Fati. Le dijo que hiciera las maletas. Que al día siguiente volaba con el equipo. Ansu Fati asintió más aliviado que feliz.

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