Kilian Jornet, que el próximo día 27 cumplirá 36 años, se ha dado un baño de Pirineos, ha disfrutado y sufrido en los paisajes de su infancia. En ocho jornadas ha ascendido 177 picos de más de 3.000 metros de los Pirineos lo que ha supuesto salvar más de 43.000 metros de desnivel positivo, el equivalente a casi cinco Everest. El atleta catalán dio a entender el 1 de octubre, a través de las redes sociales, que estaba preparando algo grande, no en el Himalaya ni en los Alpes, sino en las montañas en las que empezó todo, al colgar una foto de niño con su hermana Naila en una cumbre pirenaica. La aventura arrancó el lunes de la semana pasada ascendiendo el Frondella, en Huesca, y finalizó ayer al coronar la Pica d’Estats, el techo de Catalunya, en una de sus aventuras “más duras”.