El Espanyol acabará el año en puestos de descenso. Despide el equipo blanquiazul un 2024 en el que el sufrimiento ha sido su sombra, un ingrato compañero de viaje que no ha conseguido despistar por su propensión a meterse en líos, a complicarse con errores absurdos y a fallar en ataque lo poco que es capaz de construir. Frente al Las Palmas rizó el rizo el equipo blanquiazul, capaz de firmar un partido muy serio hasta que un gol de falta de Sandro le dejó sin respuesta. Otra derrota y ya son nueve lejos de Cornellà. Además, se marcha al parón de Navidad tras cosechar dos puntos de nueve en una semana que se antojaba clave para la continuidad de Manolo González.