El Atlético se sobrepuso al ambiente eléctrico de De Kuip y se llevó la victoria de Rotterdam con la que obtiene el pase a los octavos de final de la Champions tras dos años de ausencia. El equipo de Simeone tuvo que aplicarse pero se benefició de un hecho insólito: dos autogoles del Feyenoord, el primero a los 14 minutos del defensa Geertruida, quien introdujo en su portería un centro desde la banda de Marcos Llorente. El segundo de su delantero mexicano Santi Giménez, con otro cabezazo a los 80 minutos.

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