“No renunciaré otra vez. Estoy con un compromiso intacto, me siento con energía y ganas gracias a la confianza del presidente, de los futbolistas y de la afición”, alegó Xavi para explicar su cambio de postura. El técnico, escudo del club gracias a su pasado futbolístico, necesitará esa energía. Para reforzar su credibilidad y para despertar a un barcelonismo anestesiado con solo 17.000 socios abonados a Montjuïc.

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