En el fútbol, toda presentación es un juego de espejos. Se destacan unos rasgos y se esconde el reverso. Se modela un discurso y se esquivan pasajes. Es un ejercicio de contorsionismo, una promesa de enmienda y un brindis al sol.
En el fútbol, toda presentación es un juego de espejos. Se destacan unos rasgos y se esconde el reverso. Se modela un discurso y se esquivan pasajes. Es un ejercicio de contorsionismo, una promesa de enmienda y un brindis al sol.