Carlos Alcaraz es un corredor de fondo. Es un marchador. Es un nadador. Es un judoka. Es un regatista. Y, por supuesto, es un tenista. Pero, sobre todo, en los Juegos Olímpicos de París es un maratoniano. El murciano se impuso a Tommy Paul por 6-3 y 7-6 (7) en un partido sensacional en el que tuvo que exigir aún más a sus piernas y en el que se exprimió el cerebro. El encuentro se le pudo complicar más, pero con mentalidad y físico, en su séptimo partido en seis días, obtuvo el triunfo y se planta en las semifinales. Allí se medirá hoy al canadiense Félix Auger-Aliassime. Ya está a un solo paso de asegurarse la medalla.

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