Teníamos una confianza ciega en que todo iría bien; cuando Nil y Enric llegaron a la cima nos llamaron por walkie-talkie para darnos la noticia, pero nosotras ya los veíamos desde abajo”, recuerda Montse Soteras, 40 años después de ese mágico 3 de octubre de 1984. Aquella mañana dos veinteañeros sobrados de talento y energía culminaron una soberbia ruta por la desafiante cara sur del Annapurna. Montse y Anna Massip, parejas entonces de Nil Bohigas y Enric Lucas, formaban parte de la expedición y siguieron su evolución hacia la cumbre del Annapurna Central (8.051 metros) desde el campo base.

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